En la mayoría de las aplicaciones, cada transacción implica un número pequeño de operaciones que pueden completarse en una fracción de segundo o, a lo sumo, en un minuto o dos. Algunos ejemplos son retirar dinero de una cuenta bancaria, actualizar las horas de trabajo en una aplicación de nómina o escribir un registro médico.
En algunos aspectos, los datos geográficos no son diferentes. Actualizar datos, tales como la dirección de un cliente o la designación de zona de una parcela, es una operación que podría completarse en una transacción corta que tarda uno o dos minutos.
A menudo, no obstante, es necesario pasarse una o dos horas desplazando gráficamente, modificando y agregando datos para completar una orden de trabajo. Hay también casos en los que se necesita trabajar en una transacción durante días o incluso meses para completar todas las ediciones, por ejemplo para un diseño de ingeniería. Aunque puede hacer un número muy grande de cambios, todavía deseará confirmarlos como una transacción larga única.