Independientemente de si trata a la Tierra como una esfera o un esferoide, debe transformar su superficie tridimensional para crear una hoja de mapa plano. Esta transformación matemática se conoce normalmente como una proyección cartográfica. Una manera fácil de entender cómo modifican las proyecciones cartográficas las propiedades espaciales es visualizar un rayo de luz a través de la Tierra hacia una superficie, llamada superficie de proyección. Imagine que la superficie terrestre es transparente con la retícula trazada sobre ella. Envuelva la tierra con un papel. Una luz en el centro de la tierra proyectará las sombras de la retícula en el papel. Ahora puede desenvolver el papel y extenderlo. La forma de la retícula en el papel plano es diferente de la forma que tiene sobre la Tierra. La proyección cartográfica ha distorsionado la retícula.
Un esferoide no se puede aplanar para dejarlo plano: lo mismo que una piel de naranja, se romperá. Representar la superficie de la tierra en dos dimensiones distorsiona la forma, el área, la distancia y la dirección de los datos.
Una proyección cartográfica utiliza fórmulas matemáticas para relacionar las coordenadas esféricas del globo con coordenadas planares, planas.
Las diferentes proyecciones causan distintos tipos de distorsiones. Algunas proyecciones se diseñan para minimizar la distorsión de una o más características de datos. La proyección puede mantener el área de la entidad pero modificar su forma. En el gráfico siguiente, los datos cercanos a los polos se extienden.
El diagrama siguiente muestra cómo se comprimen las entidades de tres dimensiones para ajustarse a una superficie plana.
Las proyecciones cartográficas están diseñadas para fines específicos. Una proyección cartográfica se puede utilizar para datos a gran escala en un área limitada, mientras que otra se puede utilizar para un mapa a pequeña escala del mundo. Las proyecciones cartográficas diseñadas para datos en pequeña escala se basan normalmente en sistemas de coordenadas geográficas esféricos, en lugar de esferoidales.
Proyecciones conformes
Las proyecciones conformes conservan la forma local. Para conservar cada uno de los ángulos que describe las relaciones espaciales, una proyección conforme debe mostrar las líneas perpendiculares de la cuadrícula con intersecciones en ángulos de 90 grados en el mapa. Para que una proyección cartográfica consiga hacer esto, debe mantener todos los ángulos. La desventaja es que el área delimitada por una serie de arcos puede distorsionarse mucho en el proceso. Ninguna proyección cartográfica puede conservar las formas de áreas mayores.
Proyecciones equivalentes
Las proyecciones equivalentes conservan el área de las entidades mostradas. Para ello, se distorsionan las demás propiedades: forma, ángulo y escala. En las proyecciones equivalentes, es posible que los meridianos y los paralelos no se intersequen en ángulos rectos. En algunas ocasiones, sobre todo en mapas de áreas pequeñas, la distorsión de las formas no es obvia y resulta difícil distinguir una proyección de áreas equivalentes de una proyección conforme, a menos que se haya documentado o medido.
Proyecciones equidistantes
Los mapas equidistantes conservan las distancias entre ciertos puntos. Ninguna proyección mantiene correctamente la escala en un mapa completo. Sin embargo, en la mayoría de los casos hay una o varias líneas en el mapa a lo largo de las cuales la escala se mantiene correctamente. La mayoría de las proyecciones equidistantes tienen una o varias líneas en las que la longitud de la línea en un mapa tiene la misma longitud (a la escala del mapa) que la misma línea en el globo, sin tener en cuenta si se trata de un círculo grande o pequeño, o si es una línea recta o curva. Se dice que tales distancias son reales. Por ejemplo, en la proyección sinusoidal, las longitudes del ecuador y de todos los paralelos son reales. En otras proyecciones equidistantes, el ecuador y todos los meridianos son reales. Otras proyecciones (por ejemplo, la equidistante de dos puntos) muestran la escala real entre uno o dos puntos y cada uno de los demás puntos del mapa. Tenga presente que ninguna proyección es equidistante con origen y destino en todos los puntos de un mapa.
Proyecciones de dirección real
La ruta más corta entre dos puntos de una superficie curvada tal como la Tierra es a lo largo del equivalente esférico de una línea recta en una superficie plana. Se trata del círculo grande en el que descansan los dos puntos. Las proyecciones de dirección real o acimutales mantienen algunos de los arcos del círculo grande, y ofrecen correctamente las direcciones o acimutes de todos los puntos del mapa respecto al centro. Algunas proyecciones de dirección real son también conformes, equivalentes o equidistantes.